¿Quieres leer más rápido? Es posible aumentar la velocidad de tu lectura sin sacrificar la retención de lo que has leído. No necesitas cursos carísimos de lectura rápida, con estos 5 consejos podrás mejorar considerablemente tu velocidad de lectura sin sacrificar la comprensión.
Leer más rápido sin sacrificar la retención de lo leído es un sueño para muchos. Pero más allá de las complicadas técnicas y los portafolios de ejercicios, hay técnicas muy sencillas que pueden ayudarte a pisar el acelerador a la hora de leer un documento. Quizá no lograrás leer Ana Karenina en ocho horas, pero, sin duda, mejorarás considerablemente.
Aquí te presentamos cinco consejos para una lectura rápida sin sacrificar tu comprensión:
Índice
Relájate
Busca un lugar adecuado para tu lectura. Necesitas comodidad, aunque no demasiada, pues también es necesaria buena postura y buena iluminación. Sentarte frente a un escritorio es una excelente opción, siempre y cuando el escritorio esté limpio y ordenado. Con esto evitarás distracciones.
No leas en voz alta
Tampoco susurres. Es más, no muevas los labios. Muchas personas creen que leer en voz alta sirve para mejorar la concentración, pero esto depende mucho más de un buen entorno. Cuando lees en voz alta, en realidad lo que estás haciendo es repetir lo que ya has leído. Así que mejor aprende a escuchar a tu yo interior y deja la lectura en voz alta para cuando leas para alguien más.
Persigue las palabras
Puedes utilizar un lápiz o un palillo para guiar tu lectura. El objetivo es que tus ojos ‘alcancen’ las palabras que vas señalando. Este simple ejercicio aumentará considerablemente tu velocidad al leer. Practica mucho y lleva a tus ojos al límite. Intenta ir cada vez más rápido y descubre el punto máximo en el que no sacrificas la retención de las palabras. Seguro te sorprenderás.
Agrupa las palabras
Con esta técnica darás pequeños saltos de un grupo de palabras a otro. Comienza dividiendo oraciones en grupos de tres o cuatro palabras y, con algo de práctica, en poco tiempo podrías estar leyendo renglones completos con solo fijar la mirada brevemente. Para practicar, puedes utilizar un plumón para dividir las oraciones.
Nunca te regreses
¿Cuántas veces regresamos algunos renglones más arriba o incluso volvemos a la página anterior porque no comprendimos algo importante? Esto es, en realidad, un error de lectura. Aprende a confiar en tus ojos y en ti mismo y te sorprenderás de tu capacidad de comprender mucho más de lo que crees. Así que ya lo sabes: nunca, nunca, nunca regreses la vista. Con este simple ejercicio enseñarás a tu cerebro para que comprenda todo lo que vas leyendo.
Por: Alto Nivel